Estilo Románico
Llamamos arte románico a toda aquella producción artística generada en los países de Europa Occidental durante los siglos XI y XII. Se trata de un arte lleno de espiritualidad, fruto de la combinación armónica de diversas influencias como la romana, prerrománica, bizantina, germánica, árabe. Los diferentes estilos fueron evolucionando hacia uno sólo, muy homogéneo, con características casi idénticas en todos los países. Dos hechos de importancia social y religiosa fueron relevantes para el desarrollo de este arte: Por un lado, nos encontramos con el fenómeno popular que se extendió en la época de las largas peregrinaciones a Santiago de Compostela, Roma y Jerusalén. Por otro, la influencia de las órdenes religiosas a través de las nuevas reformas. La primera que se llevó a cabo fue la del monasterio benedictino de Cluny, en Francia, expandiéndose por Europa. La mayoría de construcciones románicas fueron realizadas gracias a las generosas aportaciones de reyes y nobles, así como con los impuestos agrarios. Esto ayudó a incrementar en gran medida el patrimonio y poder material de la Iglesia, mientras que los nobles buscaban así la salvación de su alma. Además de edificios religiosos, se construyeron fortificaciones militares para refugio y defensa, como también obras civiles. Estas últimas, se debió en gran parte al aumento en el paso de personas hacia los lugares de culto. De forma tradicional, se atribuyen una serie de características generales al estilo románico, como son la solidez de la construcción, gran anchura de muros para poder resistir las fuerzas y tensiones de la estructura, el uso del arco de medio punto y la bóveda de medio cañón, tendencia a la horizontalidad frente a la verticalidad del gótico, etc. Su origen monacal lo convierte en una manifestación artística profundamente religiosa, a través de la cual se invita, a los fieles, a la meditación, al recogimiento y a la oración como medio de acercamiento a Dios.
Escultura Románica: está profundamente ligada a la Iglesia. La escultura en piedra depende de la arquitectura, teniéndose que adaptar a la superficie a cubrir. Los escultores románicos deben adaptar sus figuras a las proporciones del templo por lo que la escultura adquiere monumentalidad. Gracias a esta adaptación, podemos hablar también de su función pedagógica ya que su objetivo es enseñar a los fieles el camino de la salvación y por ello aparecen en los relieves románicos numerosas figuras identificadas con el pecado.
Pintura Románica: mantiene la ausencia de la perspectiva y la actitud antinaturalista de etapas anteriores. La pintura fue muy importante en la época ya que todos los edificios debieron estar policromados. La pintura se situaba preferentemente en el interior. En la pintura románica destaca la miniatura, que está realizada por gente letrada. Su objetivo era el de decorar libros para la gente que no sabía leer, por lo que no tiene la intención didáctica de las demás obras. Los temas más representados en la pintura románica destacamos los que salen del último libro de la Biblia: el Apocalipsis. Esto se debe a la mentalidad de la época, muy influenciada por el fin del primer milenio, con el que asociaba el fin del mundo y el Juicio Final. La pintura mural románica es una pintura bidimensional, sometida a un soporte que viene determinado por la arquitectura. Este arte se apartará de la imitación de la realidad para dar una imagen interpretativa, un símbolo, en el que se busca la esencia de lo que representa.
Arquitectura Románica: es básicamente religiosa y crea un tipo de templo abovedado, bastante uniforme, de interiores oscuros que mueven al recogimiento. Los principales edificios fueron: Iglesias, Catedrales y Monasterios de poca altura, aunque también construyeron edificios civiles como castillos y fortalezas. Entre sus principales características, destacamos: Aspecto sólido y severo, Los arcos de medio punto sobre las columnas son los que unen las naves, Las bóvedas más utilizadas son las de cañón, Su planta basilical o de cruz latina está dividida en un número impar de naves, normalmente en tres.
Catedral De Santiago De Compostela.
La Catedral de Santiago de Compostela es un templo de culto católico situado en la ciudad homónima, en el centro de la provincia de La Coruña, en Galicia (España). Acoge el que, según la tradición, es el sepulcro del Apóstol Santiago, lo cual convirtió al templo en uno de los principales destinos de peregrinación de Europa durante la Edad Media a través del llamado Camino de Santiago.
Exterior de La Catedral.
Pórtico de la Gloria: El pórtico se divide en tres arcos de medio punto que se corresponden con cada una de las tres naves de la iglesia, sostenidos por gruesos pilares con columnas adosadas. El arco central es el mayor el doble que cada uno de los laterales), es el único que posee tímpano y está dividido por una columna central, el parteluz, con la figura de Santiago.
Tímpano: La disposición del tímpano está basada en la descripción de Cristo que hace el evangelista san Juan en el Apocalipsis (Cap. 1,1-18). En el centro, se muestra el pantocrátor, con la imagen de Cristo en Majestad, mostrando en las manos y en los pies las heridas de la crucifixión. Rodeando a Cristo, el tetramorfos con las figuras de los cuatro evangelistas con sus atributos: a la izquierda, arriba san Juan y el águila y abajo san Lucas con el buey; a la derecha, arriba san Mateo sobre el cofre del recaudador de tributos y abajo san Marcos y el león.
Parteluz: En el parteluz o mainel se encuentra la figura sedente de Santiago Apóstol con un bastón de peregrino, como patrón de la basílica. Santiago aparece con un pergamino donde figura escrito Misit em Dominus (me envió el Señor).
Jambas: En las columnas de la puerta central y en las dos puertas laterales aparecen representados apóstoles, profetas y otras figuras, con sus atributos iconográficos. Todas están coronadas con su respectivo capitel donde se representan diferentes animales y cabezas humanas con motivos de hojas. Todas las figuras estaban policromadas y con su nombre inscrito en los libros o pergaminos que sostienen en sus manos.
Puertas Laterales: El arco de la puerta derecha representa el Juicio Final. La doble arquivolta está dividida en dos partes iguales por dos cabezas. Algunos autores identifican estas cabezas con las figuras de san Miguel y Cristo, para otros son Cristo-Juez y un ángel, y otras fuentes indican que representan a Dios Padre y Dios Hijo. A la derecha de estas cabezas aparece representado el Infierno, con figuras de monstruos (demonios) que arrastran y torturan las almas de los condenados. A la izquierda, el Cielo con los escogidos, con figuras de ángeles con niños que simbolizan las almas salvadas.
Fachada del obradorio: La plaza del Obradoiro a la que da esta fachada hace alusión al taller de canteros que funcionaba en la plaza durante la construcción de la catedral. Para proteger el Pórtico de la Gloria del deterioro que estaba sufriendo por las inclemencias meteorológicas, esta fachada y sus torres ya habían tenido varias reformas desde el siglo XVI. En el siglo XVIII se decidió construir la actual fachada barroca, obra de Fernando de Casas Novoa.
Fachada Sur o de las Platerías: La fachada de las Platerías (Praterías, en gallego) es la fachada meridional del crucero de la catedral de Santiago de Compostela y es la única fachada románica que se conserva en la catedral.
Fachada norte o Azabacheria: La fachada de Azabachería (Acibecharía, en gallego) se encuentra en la Plaza de la Inmaculada o de la Azabachería, donde desemboca el último tramo urbano de los caminos Francés, Primitivo, del Norte e Inglés a través de la antigua puerta Francígena o puerta del Paraíso.
Fachada este o de la Quintana: La fachada de la catedral que da a la plaza de la Quintana tiene dos puertas, la Puerta Real, de estilo barroco, Por esta puerta accedían los reyes de España a la catedral, de ahí su nombre, y sobre su dintel se encuentra el escudo real. La llamada Puerta Santa o Puerta del Perdón es la más cercana a las escalinatas, está generalmente cerrada con una reja y se abre sólo los años jubilares. En el interior de esta puerta pasando un pequeño patio se encuentra la verdadera Puerta Santa, por la que se entra al deambulatorio del ábside del templo.
Torre de Las Campanas: Las primitivas torres que se encontraban en la fachada principal de la catedral eran románicas (actual fachada del Obradoiro). Se denominan respectivamente torre de las Campanas, la situada en el lado de la Epístola (derecha), y torre de la Carraca, en el lado del Evangelio (izquierda); las dos tienen una altura de entre 75 y 80 metros. La arquitectura de las torres tiene un gran efecto de perspectiva gracias a sus líneas verticales y al escalonamiento de sus pisos.
Torre norte o de la Carraca: Está situada al lado izquierdo de la fachada del Obradoiro, fue edificada como su compañera del lado contrario sobre otra anterior de la época románica. Fue proyectada imitando la torre de las Campanas. En abril de 2010 se instaló una réplica de la antigua carraca, por no ser posible su restauración, que pasará a formar parte del museo catedralicio.
Torre del reloj, de la Trinidad o Berenguela: se encuentra en la intersección de la plaza de las Platerías y la plaza de la Quintana. Tradicionalmente se considera que se inició su construcción como torre de defensa con la utilización de diversas estructuras se consiguió un conjunto armonioso y ornamental con un coronamiento en forma piramidal y una linterna como remate final (en cuyo interior permanecen encendidas, permanentemente, cuatro lámparas de incandescencia). Se colocó un reloj de cuatro esferas (una por cada cara de la torre), Como parte de su mecanismo cuenta con dos campanas, la de las horas, llamada Berenguela, y otra más pequeña que marca los cuartos.
Interior De La Catedral: La estructura del edificio está situada sobre un área de ocho mil metros cuadrados, consta de una planta en cruz latina de tres naves de una longitud de unos cien metros con un crucero también de tres naves y de cerca de setenta metros de longitud. La altura en la nave central es de veintidós metros en todo su recorrido y alcanza los treinta y dos de máximo en la bóveda del crucero. El cimborrio, situado sobre el centro del transepto, es gótico y sustituye el antiguo de estilo románico. Cerca del altar mayor, la girola está compuesta por diversas capillas románicas absidales, la central de planta cuadrada, y también tiene dos ábsides en cada uno de los brazos del crucero. Sobre las naves laterales, separadas de la central por cuarenta y dos columnas, se encuentra un triforio con cubierta de cuarto de cañón y balcón de ventanales de doble arquería. La nave central se cubre con bóveda de cañón sobre arcos fajones y las laterales con bóvedas de arista. La iluminación proviene de las ventanas de los dos pisos de las naves laterales del período románico, en la capilla mayor son poli lobuladas y las que corresponden a la girola son ojos de buey. La ornamentación interior se puede apreciar en los capiteles historiados de la parte del ábside y en los adornos vegetales de la galería. La catedral dispone de dos grandes órganos situados en la parte central de los tramos altos de la nave principal. En 1978 se fusionaron en uno sólo, la consola fue sustituida y se incluyeron mecanismos electrónicos e informáticos por una empresa italiana.
Se compone de dos coros, uno de piedra y otro de madera, y trece capillas: Capilla mayor Capilla del Pilar, Capilla de Mondragón, Capilla de la Azucena o de san Pedro, Capilla del Salvador, Capilla de Nuestra Señora la Blanca, Capilla de san Juan, Capilla de san Bartolomé, Capilla de la Concepción, Capilla del Espíritu Santo, Capilla de la Corticela, Capilla de la Comunión, Capilla del Cristo de Burgos, Capilla de las Reliquias Cripta sepulcral. Al lado de la capilla de las Reliquias se encuentra una capilla gótica que contiene diversos tesoros catedralicios entre los que destaca la custodia procesional realizada en 1544 por el orfebre Antonio de Arfe. La catedral cuenta con una colección de tapices que se encuentra en cinco salas habilitadas para su exposición, una de ellas dedicada sólo para los doce de Francisco de Goya que fueron legados a la catedral en 1814 por Pedro Acuña y Malvar. El claustro tiene una planta cuadrada de treinta y cuatro metros de lado y fue construido a principios del siglo XVI según los planos de los arquitectos Juan de Álava y Juan Gil de Hontañón; en su construcción intervinieron diversos maestros desde su inicio en 1521 hasta su finalización en 1590. Es de estilo gótico-renacentista de la escuela castellana y se corona con una balaustrada calada con pináculos. Como es habitual en los antiguos claustros existen sepulturas de personajes relacionados con la catedral.
Bibliografía:
La Historia Del Arte contada por E.H. Gombrich – Editorial Sudamericana
Alumna: Noelia Potes
Alumna: Noelia Potes
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